La Plaza Mayor de Trinidad se sitúa en el centro del casco histórico de la joya colonial de Cuba. Ha sido clave en la vida trinitaria desde la fundación de la ciudad en 1514, siendo su centro neurálgico. Razón por la que los principales y más bellos edificios se han ido construyendo alrededor de la misma.
En sus orígenes se le llamó Plaza de la Iglesia, ya que formaba parte de la Parroquia Mayor. A lo largo de los años ha ido cambiando de forma y nombre. Fue a mediados del siglo XIX cuando alcanzó la actual apariencia gracias a la época de bonanza en la producción azucarera de la que gozó Trinidad. Por esto, cuando andes por esta plaza sentirás como si volvieras atrás en el tiempo.
Esta plaza es una oda al espíritu caribeño colonial desprendiendo calidez y vida con sus variados colores, entre los que destaca el amarillo. Dos galgos fundidos en mármol y unas cuantas palmeras custodian el camino al corazón de la plaza, donde descansa sobre un pedestal la musa griega de la danza Terpsícore, esculpida en mármol. Rodeando a esta se disponen cuatro jardines rectangulares, cercados por verjas de color blanco importadas de Filadelfia.
Desde el centro de la plaza podrás deleitarte con cada una de las elegantes mansiones que la rodean. Recórrela y admira la gran fachada neoclásica que forma parte de la exuberante Iglesia Mayor Santísima Trinidad. O accede a la Torre campanario del Convento de San Francisco de Asís (actual Museo Nacional de la Lucha Contra los Bandidos), desde donde podrás capturar una preciosa instantánea de la pintoresca ciudad y los campos colindantes. Asimismo, otros tantos lugares de interés están localizados en sus inmediaciones, como el Museo Romántico o el Palacio Ortíz (actual galería de arte).
Más información:
Ubicación:
Trinidad, Sancti Spíritus
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